martes, 12 de mayo de 2009

Multimedios: El que mucho abarca…mucho aprieta

Por Macarena Marina

Actualmente Argentina está asistiendo al fenómeno de la monopolización de los medios de comunicación, lo cual significa que los medios están concentrados en manos de unos pocos. Se trata de conglomerados de empresas de diversa índole encargadas de imponer los temas que influyen en la agenda pública, perjudicando de este modo la pluralidad informativa tan anhelada en cualquier régimen político democrático moderno.

Hoy por hoy, sigue vigente la Ley Nacional de Radiodifusión N° 22285 sancionada por el gobierno de facto del general Videla en el año 1980, pero con las “modificaciones” que –decretos de necesidad y urgencia mediante- el presidente Menem realizó durante su primer mandato.

A partir de la reforma de los artículos 43,45 y 46 de la Ley de Radiodifusión se permitió no solamente que empresas extranjeras invirtieran en medios de comunicación argentinos, sino también una expansión mediática vertical en la cual los dueños de los medios gráficos pueden acceder a la adquisición de señales radiofónicas y que empresas de diversas áreas pertenezcan a un mismo grupo o multimedio.

De esta manera no es difícil imaginarse el poder que acarrean estos grandes medios. Tampoco es difícil llegar a la conclusión de que tamaños grupos económicos encargados de manejar los medios de comunicación masiva, y por ende la información que éstos difunden, tienen un gran poder para influenciar política y socialmente a quienes consumen sus productos.

El discurso imperante sostenía que la “privatización de los medios garantizaría la pluralidad informativa y la libertad de expresión”. Esta postura no sonaba tan descabellada en tanto que privatizar los medios implicaba que los mismos ya no estén a cargo del Estado sino del sector privado. Ahora bien, jamás se podría hablar de pluralidad cuando se permite a una persona o grupo ser titular de hasta 24 licencias de servicios abiertos. Es decir, que esta modificación sólo conllevó el paso de un oligopolio en manos del Estado a un oligopolio en manos privadas.

Es posible conjeturar entonces, que con estas medidas se perseguía el decrecimiento de la pluralidad informativa, lo que implica consecuentemente desconocimiento, desinformación y menor posibilidad de elección. No parece ser más que una mera táctica mediante la cual comercializar contenidos culturales e ideológicos, durante un período que posteriormente se daría a conocer como uno de los más corruptos de la historia argentina.

En los últimos meses la polémica ha girado en torno al Proyecto de Ley presentado por el oficialismo, el cual presenta puntos muy importantes que podrían llegar a derribar a los “Goliat” de la información. Sin embargo, hay quienes no comparten la idea de reformar la ley vigente. Quizá esta postura también esté íntimamente ligada a la mirada impuesta por los multimedios -que resultarían perjudicados por la misma- a la opinión pública.

Entre las medidas más destacables de este proyecto se halla la prohibición de la formación de oligopolios y monopolios, promoviendo el pluralismo del espectro y de los servicios de Comunicación Audiovisual; la promoción de la polifonía de informaciones y opiniones; la posibilidad de acceder solamente a 10 licencias de servicios abiertos; el desarrollo de un régimen de transparencia de titularidad de propiedad de las licencias; la adopción de medidas para la desconcentración de la explotación monopólica de derechos de exhibición; y la restricción de la propiedad conjunta de licencias de TV y empresas productoras de señales de contenido.

En resumen, se puede afirmar que la concentración de los medios de comunicación masiva en unas pocas manos conformadas por numerosas empresas de diversa índole atenta contra la pluralidad informativa, interviniendo en la construcción de agendas políticas y sociales e influyendo en la opinión publica a través de la desinformación y de la escasez de oferta informativa. Es por este motivo que resulta menester realizar una reforma en la legislación concerniente a la radiodifusión argentina.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Clarín, el gran GRUPO argentino

En estos últimos años Clarín se convirtió en el medio gráfico con mayor número de tiradas del país y, consiguientemente, en el más influyente de todos en lo que respecta a la agenda pública. Se ha constituido además en un multimedio de dimensiones inusitadas, conformado por varios medios de comunicación masiva y empresas de todo tipo. Además, a su fuerte presencia en medios de alcance nacional, se suma un avance sobre medios regionales.

El gran crecimiento del actual multimedia, comenzó a gestarse en plena crisis financiera Argentina, es decir que la concentración se da dentro de una prolongada y persistente recesión de la actividad económica, motivo por el cual Clarín comienza a sentir la imperiosa necesidad de encontrar un socio financiero que le permita reducir sus deudas.

Este periódico, que se había constituído en el de mayor circulación de habla hispana en el mundo, adquiere en 1990 Radio Mitre, una de las emisoras locales líderes en radiodifusión. La constitución de Clarín como grupo se inició en 1995, cuando tomó la decisión estratégica de competir con los grandes operadores internacionales que entraban al sector o vender y subordinarse a alguno de ellos. Para entrar al ruedo debió conseguir financiamiento que le permitiera el desarrollo de la empresa y acercarse a los costos de capital con los que contaban sus competidores en sus países de origen. En marzo de 1999, cuando el mercado comenzó a dar los primeros síntomas de la crisis, el banco de inversión Goldman Sachs adquirió una parte minoritaria del paquete accionario del Grupo Clarín.

En el año 1992 había ingresado en el mercado de TV por cable con Multicanal, ganando de esta manera cobertura en varios puntos del país. Un año más tarde, la empresa lanzaba Todo Noticias, el canal de cable dedicado las 24 horas del día a la información. Simultáneamente nacía la señal Volver que se encargaría de difundir contenidos audiovisuales de todos los tiempos.

En 1994 relanza su revista, la cual comienza a llamarse Viva y además empieza a editar Elle Argentina. Al año siguiente, lanza el primer diario deportivo argentino que recibe el nombre Olé, y al próximo año crea -junto con La Nación- CIMECO que es una red de diarios digitales con lo cual logra además participar en La Voz del Interior (Córdoba) y Los Andes (Mendoza). En el año ’99 publica Genios, la revista infantil más leída del país.

En términos normativos, la década menemista dejó condicionada la estructura de funcionamiento del sistema de medios, con alteraciones sustanciales, a favor de los grupos multimedia. Esta situación no se alteró con el recambio gubernamental de diciembre del ´99, de modo tal que la concentración de los medios en pocas manos siguió vigente durante el gobierno radical de De la Rúa, y de hecho continúa vigente hasta el día de la fecha.

Actualmente, los accionistas mayoritarios del Grupo Clarín son Ernestina Herrera de Noble, Héctor Horacio Magneto, José Antonio Aranda y Lucio Rafael Pagliaro. Por otro lado, el grupo está compuesto por innumerables empresas pertenecientes a diferentes áreas. De esta manera, dentro del ámbito de la TV por cable y acceso a internet, Clarín está asociado con Cablevisión, Teledigital, Multicanal y Prima.

Dentro del sector “Publicación e impresión”, el grupo posee acciones en Tinta Fresca, Agr, Unir, Impripost, Papel Prensa, entre otros. Dentro del ámbito de los medios de comunicación (TV, radio y programación), posee Artear, Telecolor canal 12, Telba canal 7, Bariloche TV, Pol-ka Producciones, Ideas del Sur, Protagonik Film Group, Canal Rural Satelital, Iesa, TSC, Trisa y Radio Mitre, entre otros.

Además es sabido que está en estrecha relación con Página 12, La Razón, Direc TV, La 100, Supercanal, varias empresas de cable provinciales, Ciudad internet, Datamarket, Ubbi, Fullzero, TyC Sports, Teledeportes, Torneos y Competencias, Claro, Audiotel, Penzoil, Plaza Oeste, Fravega, YPF, Unicenter, Jumbo, Banco Río, Megatrans, Servin, Osmeprim y Feriagro, entre otras empresas de esta inmensa lista.
En suma, Clarín se ha constituido en uno de los multimedios más poderosos de Argentina, el más influyente sin duda en la instalación de la agenda pública y es además el de mayor tirada. Se trata de un conglomerado de empresas que ha adquirido en los últimos años gran poder en torno de los medios de comunicación masiva. Y que parece ser un monstruo difícil de derribar.

Espíritu Reformista: La Reforma Universitaria de 1918

La Reforma Universitaria de 1918, que tuvo origen en la Universidad de Córdoba y que se expandió posteriormente por toda Latinoamérica, fue un movimiento juvenil que buscaba la modificación en el sistema educativo dentro del ámbito académico y que conllevó además un simultáneo proceso de cambio del sistema social.
Hasta la explosión del chispazo de la Reforma de 1918, había en Argentina tres universidades nacionales: la de Córdoba, la de Buenos Aires y la de La Plata; mientras que a nivel provincial asomaban la universidad del Litoral y la de Tucumán. Todas ellas reflejaban el modelo de organización social elitista vigente en aquella época.
Por aquel entonces las universidades no eran más que meras instituciones a las que sólo tenían acceso miembros de las clases sociales dominantes. Las casas de altos estudios resultaron estar estrechamente vinculadas con la iglesia católica. Además se mostraron sumamente respetuosas por la tradición y con profundo espíritu conservador, y la mirada puesta en Europa. Se trataba de universidades anquilosadas con el pasado.
Las cátedras eran entendidas como feudos personales de los profesores y de la clase dominante que determinaban los programas de contenidos que debían seguir los alumnos siempre respetando las ideologías matrices de la oligarquía. Las autoridades universitarias se esmeraban en ocultar aquellas teorías científicas –tales como las de Darwin o Newton- que resultaban contrarias a las ideologías que deseaban imponer.
La caída de regímenes absolutistas en Europa, la sanción de la Ley Saenz Peña en 1912 que establece el voto secreto, universal y obligatorio contribuyendo a la apertura democrática, y la asunción en 1916 del radical Hipólito Irigoyen como presidente de la nación, constituyen los sucesos sociales que acontecían en el mundo y que derivaron en la imperiosa necesidad de democratizar las universidades argentinas.

La decisión de la Academia de Medicina de la Universidad de Córdoba de suprimir definitivamente las prácticas médicas en el hospital de Clínicas fue la gota que revalzó el vaso e impulsó a los estudiantes a emprender una batalla en donde lo que estaba en juego no era nada más, ni nada menos, que la libertad y la verdad. De esta manera, los jóvenes cordobeses procedieron a conformar el comité pro-reforma y a convocar a todos los estudiantes a huelga general.

Finalmente, en Junio de 1918 comienzan a materializarse los Centros de Estudiantes Universitarios, desde los cuales se impulsaron huelgas, manifestaciones y petitorios que contaban con la gran adhesión de los alumnos. Meses más tarde se produjo el surgimiento de la Federación Universitaria Argentina, y finalmente se desarrolló el Primer Congreso de Estudiantes de donde surgió el Manifiesto Liminar, entre otros manifiestos de carácter eminentemente público en los que se debatían cuestiones relativas a la organización de las universidades.

Luego de los conflictos acaecidos en Septiembre de 1918, se produce la intervención del Gobierno Nacional a cargo del Ministro de Educación que realiza una importante reorganización y pone en marcha en la Universidad Argentina los postulados reformistas, dando lugar a la creación de algunas de las características que actualmente rigen en las universidades nacionales, como por ejemplo la docencia libre en donde se dictan materias afines a las del plan de estudios, las cátedras paralelas que brindan a los estudiantes la posibilidad de optar entre diferentes enfoques, los concursos públicos de antecedentes y oposición para el acceso a la docencia, y la extensión universitaria que implica el emprendimiento de tareas capaces de vincular los recursos con los que cuenta la universidad con los requerimientos de la sociedad.

La reforma supuso entonces algo más que un mero episodio estudiantil. Representó un cambio social que iba más allá de la intención de modificar la organización de las altas casas de estudio. Fue la mayor escuela ideológica para los sectores avanzados de la pequeña burguesía, el espacio de lucha contra las elites del cual surgieron varios partidos políticos. Es por ello que al día de hoy sigue reivindicándose la libertad, el derecho a discrepar civilizadamente, la justicia y la libertad como los principales valores de la juventud reformista del '18.